- María Sabina, mujer espíritu (1979), Nicolás Echevarría
- Reina, las manos del alumbramiento (2015), Miguel Ángel Venegas
- La eterna noche de las doce lunas (2013), Priscila Padilla
Las dos primeras obras son producciones mexicanas y nos muestran dos abuelas: Reina es partera, María Sabina es shaman, ambas son dos sabias, apreciadas y valoradas en sus comunidades y que utilizan las plantas tradicionales para sanar. Se nos muestra a dos ancianas poderosas, respetadas y sobre todo sabias.
La tercera película, de producción colombiana, nos muestra el ritual de paso de la niñez a la edad adulta de una joven de la comunidad indígena wayuu. La niña muestra una madurez que extraña a los occidentales, acostumbrados a identificar la pubertad y la adolescencia con una búsqueda extrovertida y no con un encierro como el que realiza la protagonista del documental. Priscila Padilla, con su documental, retrata una costumbre que podría estar a punto de desaparecer en los próximos años y sin duda deja reflexionando al espectador.
Las tres películas muestran rituales: el ritual de sanación a través de los hongos de María Sabina, el ritual del nacimiento que guía Reina y el ritual de paso a la adultez de Pilar. Es notable cómo son las ancianas las guías de estos actos, ya que tienen una capacidad de decisión que han adquirido por la experiencia y la costumbre.
Es destacable, además de la sabiduría que muestran las protagonistas y que les da en parte su poder, el uso de las manos. En la eterna noche de las doce lunas, la protagonista entra en el encierro con un objetivo: aprender a tejer en los grandes telares tradicionales de su cultura. Reina es "las manos del alumbramiento". A diferencia de lo que ocurre en la ficción latinoamericana más popular, lo importante de estas mujeres no son ellas como objeto sino su capacidad para crear, para hacer, son mujeres activas y productivas en sus comunidades.
"María Sabina se había convertido en la indígena más famosa de México. Su nombre traspasó las fronteras porque, precisamente, la fama le vino del extranjero. Innumerables investigadores, intelectuales, escritores, pintores, poetas, músicos, curiosos y hasta políticos -con fines políticos- se ocuparon o inspiraron en ella. Procedentes de varias partes del mundo y aún caravanas de jóvenes, hombres y mujeres, otros no tan jóvenes, la visitaron y conocieron. Algunos famosos del mundo están ligados a su nombre en el entorno de la leyenda que como bruma misteriosa envuelve su historia. Fue llamada sacerdotisa, papisa, chamana, curandera o vendedora de sueños"
Álvaro Estrada
Con esta cita cerramos destacando la importancia del documental como ventana a las costumbres y realidades de comunidades y culturas ajenas y cómo estas ventanas del exterior acaban reconociendo riquezas culturales relegadas al olvido o la marginalidad. La partería, el uso de sustancias alucinógenas en rituales ancestrales en las culturas originarias americanas e incluso un encierro del mundo exterior son ya costumbres extraordinarias. Estas mujeres y sus manos son las guardianas de esas costumbres y ahora estos tres documentales son también guardianes de estas tradiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario